5 »Todo lo hacen para que
la gente los vea: Usan filacterias grandes y adornan sus ropas con borlas
vistosas; 6 se
mueren por el lugar de honor en los banquetes y los primeros asientos en las
sinagogas, 7 y
porque la gente los salude en las plazas y los llame "Rabí".
8 »Pero
no permitan que a ustedes se les llame "Rabí" , porque tienen un solo
Maestro y todos ustedes son hermanos. 9 Y no
llamen "padre" a nadie en la tierra, porque ustedes tienen un solo
Padre, y él está en el cielo. 10 Ni permitan
que los llamen "maestro", porque tienen un solo Maestro, el Cristo. 11 El más
importante entre ustedes será siervo de los demás. Mateo 23:1-11
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rácticamente cada golfista que conocemos está en una
búsqueda desesperada por mejorar su juego, pero solo el 8% de los golfistas han tomado una clase con un instructor. Por
qué es así, es un enigma. Quizás la mayoría no se da cuenta de la importancia
que tiene practicar con un instructor capacitado. Otros, no saben a dónde
acudir por ayuda.
Para aquellos que quieren instrucción, la selección de un
instructor es una decisión crucial. Si esa persona es usted, va a querer
alguien que realmente lo ayude a mejorar, que va a estar a su disposición, y
cuyos honorarios no sean prohibitivos. Se va a asegurar de elegir a alguien que ayude y no que inhiba su juego.
¿Y qué piensa de una decisión aún mayor como con quién va a
pasar la eternidad? ¿En manos de quién va a confiar su porvenir?
Llama la atención que algunas personas piensen menos en
quién es su Dios, que en quién será su instructor de golf. El maestro para su
vida también debe ser confiable. Tiene que haber podido ayudar a otros y tiene
que poder ayudarlo a usted a lo largo de su vida. Su enseñanza debe estar
avalada por documentación fidedigna de quién es, qué enseña, qué espera de
usted y qué le promete. El único maestro que está capacitado para este desafío
supremo son las personas de la Trinidad: Dios el Padre, Hijo y Espíritu Santo, éste
Dios Trino es el Maestro que le dará verdad, vida eterna y una vida de abundante
de paz y amor.
SIGA EL SWING
No hay mejor maestro que el Dios Trino, el Padre, el Hijo y
el Espíritu Santo. Cada uno, en su manera, está allí para guiar, instruir y
corregir el “swing” de su vida.
Tomado del libro 'En Su Grip'
de Wally Armstrong y Jim Sheard
Traducido por Heather Bruce
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