AFÉRRESE A LA PALABRA

 “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.” (2 Tim. 3:16-17)

E

n golf, la ubicación de las manos en el palo es el factor de mayor importancia para lograr que el swing sea correcto. Si las manos no están balanceadas, si el palo no está ubicado entre los dedos  de modo que la fuerza centrífuga pueda cumplir su función, si las manos no se alinean con el palo, y lo más importante, si la presión que ejercen las manos durante el swing no es la correcta, es imposible lograr que los golpes sean precisos y potentes.

Estos fundamentos influyen en su totalidad a la forma en que nos acercamos al juego. Si no se toman correctamente los palos, si no se tiene un buen grip, el golfista luchará constantemente para triunfar con su compromiso con el juego y muchas veces no sabrá el porqué de tanta lucha.

La Biblia se asemeja mucho a la forma correcta de sostener el palo. Es la herramienta que nos ha dado Dios para comprenderlo, y de saber qué espera él de nosotros. Es común escuchar que alguien le diga a otra persona que se aferre a sus ideales o a la vida para seguir adelante. No es un mal consejo, tanto en golf como en la vida. Debemos aferrarnos a la Palabra de Dios para profundizar en la relación con Él y con su hijo Jesús. Debemos tomar su Palabra en nuestras manos para leerla y después dejar que su sabiduría guíe nuestros pensamientos y acciones. No debemos tomarla demasiado  suavemente ni estrangularla. Necesitamos absorberla y aplicarla tanto diariamente  como a lo largo de nuestras vidas si es que queremos que el resto de nuestro “juego” tenga significado.

Pensamiento en un Swing

La clave para un juego de golf efectivo, es tomar el palo con las manos correctamente, (tener un buen grip). La clave para una vida efectiva y armoniosa es aferrarnos a la Palabra de Dios.

Tomado del libro "IN HIS GRIP"

de Wally Armstron y Jim Sheard

Traducido por Heather Bruce