viernes, 11 de mayo de 2012

VEA A SU MAESTRO


HARVEY PENICK
Tu Maestro no se esconderá más; con tus propios ojos lo verás. Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: “Este es el camino, síguelo”Isaías 30:20 y 21

Este pasaje nos habla de un Maestro que nos va a mostrar cómo avanzar. Su guía será como palabras en nuestra mente que nos guíen hacia la izquierda o la derecha. El Maestro es Dios mismo.

Dios nos está recordando que, aunque no estemos exentos de problemas,  él no se va a esconder de nosotros. Esas son buenas noticias. Él nos promete que nos va a alentar, él es una guía fiel, si nos arrepentimos de seguir a otros dioses e “imágenes”. Este es un Dios que va a ser piadoso cuando escuche nuestro llanto pidiendo ayuda y nos contestará.

Si alguna vez ha tenido que recurrir a un profesional para un problema serio con su swing, puede identificarse con este pasaje. Porque va a recurrir a un profesional y no a alguien que no entienda, que no se interese en su necesidad, o alguien que no sea capaz de darle consejos sabios de cómo resolver su problema.

Este es el tipo de Dios que está a nuestra disposición. Podemos apelar a él y nos va a guiar hacia la izquierda o la derecha con entendimiento y cuidado. Él nos conoce y sabe cuáles son nuestras necesidades. Solo él debe ser nuestro instructor en la vida, así como un profesional debe estar presente si vamos a tomar en serio la ayuda que vamos a pedir para nuestro swing en el golf.

PENSAMIENTO EN UN SWING
A prender a confiar en un instructor de golf es como aprender a confiar en Dios para su instrucción. Si pierdes el tiempo en la vida sin tomar clases por mucho tiempo, el juego de la vida va a reflejar los resultados. Pero una vez que  recibimos la ayuda que necesitamos, es otra historia. ¿Está usted listo para trabajar con el Pro de su vida?
Tomado del libro 'In His Grip'
deWalli Armstron y  Jim Sheard
Traducido por Heather Bruce

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