lunes, 28 de febrero de 2011

Mi versículo preferido



RICKIE FOWLER

Marco mi pelota con un punto naranja, y a veces con ‘4:13’por mi lectura favorita de la carta del apóstol Pablo a los Filipenses, en la Biblia, que dice:
'Todo lo puedo en Cristo que me fortalece'. 

jueves, 24 de febrero de 2011

SITIOS AMIGOS

Recomendamos visitar los siguientes sitios:

www.mulligangolfclub.com
www.themulligan.org
www.linksplayers.com
www.logosgolfministries.com

miércoles, 23 de febrero de 2011

JUEGA CON LAS AREAS FUERTES DE TU JUEGO

Temprano en mi carrera aprendí que mi fuerte en el golf era el juego corto. Era muy bueno con el putter y me podía acercar a la bandera desde casi cualquier lugar. Los demás en el tour solían decir que podía sacar una pelota de un tacho de basura. Luchaba mucho con mi driver y mis hierros largos, y debido a eso estaba constantemente peleando para acercar la pelota al green, pero mi juego corto era lo que parecía salvarme siempre.

La razón principal era mi loco swing. Ken Venturi, uno de los comentadores de la televisión, solía llamarme el “bailarín”. Tenía la mala costumbre de deslizar mi pie derecho hacia atrás de mi tobillo izquierdo cuando bajaba en el swing. En la cima del swing mi palo apuntaba 50 yardas a la izquierda del objetivo, y para compensarlo cuando volvía, tenía que deslizar mi cadera hacia delante en el swing para que el palo pudiese pegarle a la pelota. Mi swing era una atrocidad y me hizo fallar  muchos greens.
Recuerdo cuando jugué contra Tom Watson la ronda final del Western Open en Chicago en el 1977. Tom era tan suave como siempre, pero yo me paseaba por todos lados. No podía acertar un green ni aunque mi vida dependiese de ello. Inclusive envié una pelota al agua y me vi forzado a dropear, aun así logre reponerme para lograr un par. Demostré ser un gran escapista ese día. Terminé un golpe atrás de Tom en el torneo y quedé en segundo lugar. Fue un gran sentimiento, pero me fui deseando haber jugado mejor, que mi juego largo hubiese cooperado.
Un profesional a quien yo admiraba se me acerco un tiempo después y me dijo: “Wally, tienes un juego corto de un millón de dólares. Si pudieses mejorar tu swing y acertar  mas greens por ronda, podrías ganar muchos torneos”.
Cuando escuché ese comentario una llama se encendió en mi corazón y comencé a poner todo mi esfuerzo en arreglar mi swing, descubriendo mis fallas y trabajando para superarlas. Pase horas en el driving range pegando pelota tras pelota, concentrándome en dejar derecha la cabeza del palo al llegar arriba, y dejando mi pie firme en el piso. Luego de un tiempo, comenzaron a mejorar mis tiros largos, acertaba más fairways desde el tee. Así que continué trabajando en ello, mes tras mes, maestro tras maestro.
Pero en mi empeño por mejorar, descuidé mi juego corto, y de pronto, no podía acercarme tanto al hoyo como lo hacía antes. Mis chippings y putters comenzaron a sufrir. Estaba acertando mas greens en regulación, y mis scores deberían haber mejorado, pero no lo hicieron, solo empeoraron. Mi juego comenzó a deteriorarse y continuó empeorando hasta que finalmente perdí mi puesto en el tour.
En mis esfuerzos por mejorar mis debilidades, descuidé mis áreas fuertes. Me había olvidado que mi juego corto era el que me había llevado al tour, y nunca debí darlo por sentado. Un jugador siempre debe luchar por mejorar las partes débiles de su juego, pero nunca a expensas de sus áreas fuertes.
Esta fue una lección aprendida a la fuerza para mi; una que nunca voy a olvidar.
Tomado de 'EL CORAZON DEL GOLFISTA'
Por WALLY ARMSTRONG

lunes, 21 de febrero de 2011

FELICITACIONES A TRES SEGUIDORES DE JESÚS GANADORES

Lucky No. 3
TOM LEHMAN GANADOR DEL ALLIANZ CHAMPIONSHIP
Bernhard Langer
BERNHARD LANGER GANADOR DEL ACE GRUP CLASSIC
Aaron Baddeley
AARON BADDELEY CAMPEON DEL Northern Trust Open at Riviera Country Club

lunes, 14 de febrero de 2011

Mis Prioridades Eran Golf, Golf y más Golf

Por Bernhard Langer

Bernhard Langer Misses Putt at 1991 Ryder CupGanar en el último hoyo de la Copa Ryder en 1991 me hubiera dado la victoria y la Copa Ryder de 1991 hubiera quedado en Europa.
Mi oponente, Hale Irwin, hizo un boggie, 5. Y yo me enfrentaba a un putt de un metro y medio para ganar.
Este era, sin duda, el golpe más importante de mi carrera. Oré por coraje, fuerza y mano calma. No quería defraudar a mis compañeros de equipo. Quería meter la pelota en ese hoyo y convertirme en el héroe de la Copa Ryder.
Cuando la pelota se deslizaba por el borde derecho del hoyo, la tribuna americana estalló y celebró la victoria de su equipo. Todo lo que yo sentí fue dolor, agonía y desilusión.
Dos días después, estaba en Stuttgart para jugar en el Masters de Alemania. Muchos periodistas me hicieron la misma pregunta –‘¿Qué le pasó en ese último putt?’
Soy consciente de que la gente me recordará siempre por ese domingo a la tarde. Y que también yo lo recordaré siempre.
          
Volviendo a 1985 – mi primer año como miembro del Tour Americano: gané el mayor evento de mi vida hasta ese momento – el Masters en Augusta, Georgia. Además gané el “Herritage Classic” en Milton Head, el Masters Australiano, el Abierto de Casio en Japón, el “Sun City Million Dollar” y dos eventos en Europa.
Gané siete torneos en cinco continentes diferentes. Fui ranqueado como el número uno del mundo. Tenía una hermosa esposa y había obtenido todo lo que había soñado.
           
El problema era que, algo faltaba. Mis prioridades eran golf, golf, golf y más golf. Después yo y por último un poco de tiempo con mi esposa. De vez en cuando oraba. Iba a la iglesia. Pero mi golf no era bueno, mi vida entera estaba insatisfecha, y hacía que todos los que estaban alrededor mío se sintieran insatisfechos.

La semana después del Masters de 1985, mi esposa Vikki y yo asistimos a un Estudio Bíblico del Tour. Esa fue la primera vez que escuchaba que necesitaba “nacer de nuevo”. Para mi no tenía sentido. Cuando terminó la reunión, pregunté qué quería decir “nacer de nuevo”.
          
Larry Moody abrió su Biblia y me mostró Juan 3:3 que dice: “En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el Reino de Dios.”
          
Prosiguió explicando que la única manera de obtener la vida eterna es por medio de Jesús, que murió por nuestros pecados. Y que no es a través de nuestras obras o buen comportamiento que nos acreditan para obtener la vida eterna, porque nunca vamos a alcanzar los parámetros de Dios. Siempre nos vamos a quedar cortos.

Después de escuchar esto no puede hacer más que pedirle a Jesús que entrara en mi vida y dejar que el Espíritu Santo reinara en mi vida. Mi esposa se sentía de la misma manera, y también aceptó a Jesús como su Salvador.
Desde entonces he visto tremendos cambios en su vida, y en la mía, en nuestra relación como pareja, y la forma en que nos relacionamos con nuestros amigos y las personas que nos rodean.
         
Ocasionalmente me acuerdo de aquel golpe fallido en la Copa Ryder. Sería fácil echarle la culpa a  Dios y decirle, “¿Por qué permitiste que eso me pasara? ¿Por qué?”
Este tipo de pensamiento es como una pesadilla que fácilmente puede destruir mi confianza y hasta mi carrera.
Siento que Dios quiso usar lo que pasó aquel día para probar mi fe y ver si realmente lo amaría y confiaría en Él sin importar lo que pasara. Cuando mantengo esta perspectiva eterna, lo puedo soportar.

miércoles, 9 de febrero de 2011

CHARLAS DE GOLF Y LA VIDA

PRIMERA REUNIÓN EN EL DRIVING DEL VISO (9/2/2011)

Se llevó a cabo en el día de la fecha, la primera reunión de 'Charlas de Golf y la Vida', en las oficinas de la PGA (Profesores de Golf Asociados). La reunión contó con la asistencia de 7 profesionales.

              De Izquierda a derecha: Julio Noguera; Cesar Gauto; Daniel Altamirano;
                     Alejandro Mieres; Raúl Aquino; Jorge Contrati; Antonio Leiva.


                                   Jorge Contrati, Secretario General de la PGA

Estas reuniones denominadas 'Charlas de Golf y la Vida', Dios mediante, se realizarán todos los miércoles a las 10 de la mañana. En las mismas, por  las próximas seis semanas, estaremos desarrollando un curso denominado 'El Cristianismo Explicado'

lunes, 7 de febrero de 2011

EL HIERRO SE AFILA CON HIERRO

Versículo clave: El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el prójimo. (Proverbios 27:12)
En la cancha: Para muchos de nosotros, los mejores compañeros de golf son aquellos que son divertidos para tenerlos cerca, gente que simplemente disfruta el juego. Es genial cuando tienen un handicap similar, les gusta hablar de las mismas cosas, son igual de competitivos y (esto es una gran ventaja) están disponibles para jugar cuándo y dónde queremos.

Otra cualidad deseable para los golfistas serios es alguien que ayude a mejorar el juego. Con el tiempo, jugar con estas personas nos vamos convirtiendo en mejores golfistas, y aparentemente, jugamos nuestro mejor golf con estas personas. Ellos conocen el golf, nos conocen a nosotros y conocen nuestro juego.
Están dispuestos a hacer comentarios en el momento apropiado para ayudarnos a mejorar. Generalmente es en el tee de práctica, al finalizar la vuelta, o aún en la misma vuelta. Comentarios tales como: “Estas terminando tan alto como siempre.” “Fuiste mas allá de la paralela” Intenta pegar unos 5 centímetros más atrás de la pelota en el tiro en el bunker”.

En la vida: en el pasaje ya citado, el salmista se refiere a este tipo de personas. Todos necesitamos de personas que estén dispuestas a darnos forma y afilarnos. Gente que nos sigan respondiendo, quienes estén dispuestos a hacer comentarios que nos ayuden y sean lo suficientemente amigos como para confrontarnos con la realidad cuando sea necesario. 

Pensamiento de swing: necesitamos ser “hierro” para los demás y dejar que los otros sean “hierro” para nosotros, de manera que podamos ser formados y afilados a través de la vida. ¿Quién es hierro para usted? ¿Quién es lo suficientemente amigo como para decirte la verdad en amor?
Tomado de ‘Old Pro Resources’

jueves, 3 de febrero de 2011

MANTÉNGALO SIMPLE



 Hay un error común que veo en los golfistas amateurs y los que tienen handicap alto y es que tienden a sobre analizar el juego; cada aspecto de el. Leyeron libros y miraron videos que describen el swing “perfecto” y quieren lograrlo desesperadamente. Su mente es una lista detallada de cada cosa que tiene que suceder para poder pegar el golpe ideal y repasan esa lista antes y durante cada swing. Sin excepción, no hace más que confundirlos y frustrarlos.
Veo tantos jugadores acercarse al primer tee con miedo y ansiedad. Lo puedes ver en sus ojos. Miran esa enorme formación verde y de excelente pasto en frente a ellos, con trampas y árboles interponiéndose en el fairway; y sus ojos se concentran en una diminuta bandera a lo lejos, apenas visible al ojo humano. Hay 350 yardas entre ellos y el hoyo y tienen cuatro tiros para meter la pelota. El mero pensamiento parece abrumador para un golfista frustrado.
Casi sin falta, los nervios del primer hoyo los atacan. Le pegan muy fuerte y la mandan a los árboles. O le pegan fuertemente al piso y mandan la pelota rebotando al camino de los carritos. Su segundo tiro no es mucho mejor, y una vez más se encuentran en camino a una ronda de scores altos y expectativas destrozadas.
La verdad es que el golf no debe ser así de complicado. En el centro este juego es realmente simple. Llevas la pelota hacia delante con cada tiro hasta que llegas al green, luego suavemente la empujas al hoyo. Lleva años de trabajo y práctica para hacer par, y nadie espera que un golfista promedio lo logre. El golf de bogies es un buen blanco para golfistas de fin de semana y puede ser fácilmente alcanzado cuando nos relajamos y lo mantenemos simple.
Se empieza por el swing. Olvide intentar lograr el swing “perfecto”, y trabaje en crear uno más simple. Hagalo con facilidad y libertad. Practique dejando que el palo fluya en una forma circular simple alrededor de su cuerpo. El objetivo es hacer que la cabeza del palo forme un circulo alrededor de su cuerpo, atrapando a la pelota en su camino. No espere pegar 300 yardas en cada tiro. Solo concéntrese en un swing completo y suave, enviando la pelota hacia el green con cada golpe. Y no se preocupe por hacer un green en regulación. La mayoría de los golfistas quedan a 30 yardas del objetivo después de dos golpes, y no hay motivo por el cual un golfista promedio no pueda mejorar o empeorar 3 tiros desde ahí.
Luego de una clase con mis alumnos, siempre los animo a tomar los principios que hemos estado trabajando en el primer tee y a apegarse a ellos durante toda la ronda. La mayoría de los estudiantes descubren que si simplemente se relajan y toman el juego un golpe a la vez, lo que les parecía complicado y abrumador, en realidad no es tan difícil.

Creando un patrón de swing simple

Arnie Frankel una vez escribió lo siguiente hablando del movimiento del swing: “El swing de golf ideal es un movimiento muy relajado. Si puede estar relajado y dejar que la cabeza del palo se mueva hacia delante y hacia atrás como un péndulo, obtendrá el mas efectivo swing.
Cuando estoy pegando lo mejor que puedo, siento que estoy agarrando el palo lo mas suelto que puedo. Casi se cae de mis manos. Cuando practique recuerde hacer pequeños swings hasta recuperar la sensación, hasta volver a sentir que la cabeza del palo se hamaca. El camino es de pequeño a grande.”
Tomado de
‘El Corazón del Golfista’
Por: Wally Armstrong